Los principios deontológicos del periodismo frente a los
intereses económicos de las empresas mediáticas es una dicotomía a la que
muchos directores de cine y escritores han recurrido para sus obras, y es que
el choque de intereses puede ser importante.
Dentro del sistema capitalista en el que se mueve nuestra
sociedad, los medios de comunicación son también unas empresas cuyos balances
económicos tienen que salir positivos para continuar existiendo. Bajo esta
premisa los medios de comunicación entran también en la lógica capitalista y su
producto se ve sometido a una competencia para llegar a ser el primero o para
ser el producto más vendido. Estas presiones pueden ser contrarias a los
principios periodísticos en los que prima el servicio público y ciudadano y
donde la objetividad es un rasgo imprescindible. Si todos estos principios
repercuten en contra de los resultados económicos, los beneficios de la empresa
mediática se superponen a los principios éticos del periodismo.
Frente al panorama mediático dominado por grandes imperios
de medios de comunicación, con un gran sensacionalismo para vender más y con
una bajada de la calidad para hacer un producto más homogéneo que llegue a todo
el mundo, surgen varías iniciativas que intentan nadar a contra corriente y
hacer otro tipo de periodismo.
La primera con que nos fijamos es periodismo humano un medio de comunicación que intenta cubrir el
hueco que atañe a los derechos humanos y además se trata de una iniciativa sin
ánimo de lucro. La definición de periodismo que hacen es muy clara:
“Hacemos
periodismo de calidad humana,
veraz, honesto e independiente, con el foco principal en las personas,
especialmente en los más débiles, cada vez más invisibles para los medios de
comunicación tradicionales”.
Los objetivos
que persiguen son recuperar la función social del periodismo y el concepto de
servicio público ciudadano y no estar según ellos “al servicio de intereses
económicos y políticos particulares”.
Las temáticas
y secciones que tienen se pueden parecer a los de los medios convencionales
como Economía y Sociedad pero también secciones
como Mujer, Migración, Cooperación les hacen diferentes del resto de medios.
Otro de los síntomas
del poder de las grandes corporaciones de los medios de comunicación es la ocultación
de informaciones que van en contra de los poderes económicos y políticos. En esta
línea encontramos un proyecto llamado Periodismo alternativo “Un espejo que repica noticias alternativas,
contra-información, documentales, conspiraciones y misterios, historia oculta
que circulan por la red que no sueles encontrar en los mass media”, así es como
se define este portal de noticias que pretende mostrar un compromiso al publicar
toda la realidad que ocultan los grandes medios de comunicación.
Internet es
un garante de que estas iniciativas alternativas al periodismo de los grandes
medios puedan sobrevivir. Relacionado con la expansión de internet también
encontramos el fenómeno del periodismo ciudadano. Aunque el concepto recibe
muchas críticas al hecho de llamar periodismo a las informaciones que puede difundir
cualquier persona, hay al menos todo un fenómeno en internet sobre la
participación de la ciudadanía. De aquí sale el proyecto Periodismo ciudadano, un observatorio entorno al periodismo
ciudadano, la participación de los lectores y el ciberactivismo.
“Nuestro
objetivo es colaborar en la difusión de este fenómeno, así como en la formación
y puesta en marcha de nuevas iniciativas”.
Así pues, hay
otras maneras de hacer periodismo, una lógica ligada a la solidaridad, el
servicio público como también en un sentido de colaboración entre ciudadanos.
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